sábado, 13 de noviembre de 2010

Cuarzos rosas para el corazón...

El cuarzo rosa, también conocido como Rubí de Bohemia es la piedra del amor incondicional y la paz infinita. De suma importancia para el corazón y el chakra corazón, pues enseña la verdadera esencia del amor.
Purifica y abre el corazón a todos los niveles, y aporta una profunda curación y autoamor. Calma, da seguridad y son excelentes para usarlos en casos de trauma o crisis.
Si quieres atraer amor, no busques otra cosa que el romántico cuarzo rosa. Puesto sobre la cama o en la esquina de las relaciones del hogar, es tan eficaz atrayendo el amor y las relaciones que necesitarás colocar también una amatista para calmar y equilibrar las cosas.
Devuelve la confianza y la armonía a las relaciones existentes, favoreciendo el amor incondicional.
El cuarzo rosa extrae suavemente la energía negativa y la reemplaza por vibraciones amorosas. Fortalece la empatía y sensibilidad, y ayuda a aceptar los cambios necesarios.
Es una piedra excelente para la crisis de la mitad de la vida. Sostener un cuarzo rosa potencia las afirmaciones positivas. Esta piedra puede recordarte tu intención, y fomenta la receptividad a todo tipo de belleza.
Emocionalmente el cuarzo es el mejor sanador. Liberalas penas y las emociones no expresadas, transmutando los condicionamientos que ya no sirven, aliviando el dolor interiorizado y sanando las carencias. Si nunca has recibido amor el cuarzo rosa te abre el corazón para que puedas ser receptivo.
Si has amado y has perdido el amor, te reconforta en tu pena.
El cuarzo rosa te enseña a amarte a tí misma, y es vital si piensas que no mereces ser amado.
No podrás aceptar el amor de otros ni amarlos a menos que te ames a tí mismo.
Esta piedra facilita el perdón y la autoaceptación, e invoca la autoestima y la confianza en uno mismo.
En la antigüedad, fue muy apreciado por los egipcios, tibetanos, orientales y romanos. Los egipcios y los romanos creian que el cuarzo rosa reducía las arrugas y conservaba la juventud.
Esta piedra poseedora de una gran magia al trabajar con ella conduce a la energía positiva.

fuentes:
La magia de las piedras preciosas (Gabriel L. Rojas)
La Biblia de los cristales (Judy Hall)

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