lunes, 20 de diciembre de 2010

Yule: El primer Ritual de la Rueda.

Esta fiesta está dominada por dos cosas, el nacimiento del sol y la lucha entre la Luz y la Oscuridad, como equilibrio; la luz se halla representada por el Roble, y la oscuridad por el Acebo, ganando el Roble por el nacimiento del sol.
Esta época del año es llamada también "tiempo del desgobierno", ya que aunque el sol renace en el solsticio de invierno todavia no tiene bastante poder para crear orden en el mundo.
Yule es la época de inspiración, un tiempo de iniciación y regocijo.
La Diosa da a luz a su hijo. Aqui se presenta la mayor oscuridad y es el día más corto del año.
A partir de aqui los días comienzan a alargarse.
Podemos decorar nuestras casas con el Árbol de Yule, adornar el Altar con acebo, hiedra, muérdago, pino, romero y otras hojas verdes. Otra planta que me gusta mucho para decorar son los "pascueros" ya sean rojos o dorados.

***RITUAL DE YULE***

Organiza el altar, enciende las velas y el incienso y forma el circulo.

De pie en el altar frente al caldero decimos:
  
" No siento dolor , aunque del mundo está envuelto en sueños.
      No siento dolor, aunque los vientos helados soplen.
      No siento dolor, aunque la nieve caiga fria y profunda.
      No siento dolor, esto también pasará pronto."

Encendemos la vela roja de dentro del caldero.

Mirando fijamente a la llama decimos:
 
     "Prendo este fuego en tu honor, Diosa Madre.
       Has creado vida de la muerte; calor del frio;
       el sol vive una vez más: el tiempo de la luz está creciendo.
       ¡Bienvenido, Dios del Sol que siempre retornas!
       ¡Salve Madre de todo!

Caminamos alrededor del altar y del caldero despacio en sentido de las manecillas del reloj, observando las llamas. Cantamos durante un rato:
 
        "La Rueda gira; el poder arde."

A las doce de la noche apagamos todas las velas y en la oscuridad meditamos sobre el sol, sobre las energias ocultas que yacen latentes en el invierno, no sólo en la Tierra, sino dentro de nosotros mismos.
 Da la bienvenida al regreso del sol encendiendo las velas a partir de la  vela central del altar.

Cuando nos sintamos preparados nos ponemos delante del altar y mirando la vela del caldero decimos:

       "Gran Dios del Sol,
          doy la bienvenida a tu regreso.
         Que brilles fuertemente sobre la Diosa;
         Que brilles fuertemente sobre la Tierra,
         esparciendo semillas y abonando el campo.
         ¡Todas las bendiciones sobre tí, renacido del sol!"

En este momento podemos quemar los saquitos de los deseos o si los hemos escrito en un pergamino los guardamos en el LDS hasta el año siguiente, entonces los quemaremos en el mismo ritual.

Por último despedimos el circulo.

Al amanecer salir al exterior para dar la bienvenida al Dios Sol.


Fuentes:
Mi libro de las sombras
Wicca. Guia para el practicante solitario ( S. Cunnigham)


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